Noticias Informe Construya N° 70 - Mayo 2010 1ª Quincena Construcción – Presente y Futuro Por Lic. Pablo A. Lara A medida que avanza el año, los indicadores de coyuntura sectorial no cesan de dar buenas noticias con relación al presente. Tanto el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) como el Índice Construya (IC) muestran que los despachos al mercado interno de los principales insumos están creciendo en forma significativa. En cambio, cuando analizamos las perspectivas de los constructores y la superficie autorizada para construir en los principales municipios del país (si bien es cierto que excluyen a Rosario, uno de los top 3, observamos que la cautela prima en las respuestas y que el conjunto de las presentaciones de los desarrolladores e inversores ante las diferentes oficinas municipales continúa retrocediendo. En marzo el ISAC exhibió un aumento de 18,1% interanual, magnitud que no registrábamos desde septiembre de 2008. Esto se debió básicamente a las significativas tasas de crecimiento que registraron los despachos de cemento portland, de hierro redondo para hormigón, de ladrillos huecos y de pisos y revestimientos cerámicos, las que se ubicaron por encima del promedio general señalado (ver siguiente gráfico). Los que empujaron a la baja fueron los de pintura para construcción y de asfalto. Los primeros con una tasa de crecimiento de 10,4% interanual y los segundos con un descenso de 7,3% anual. Tal como lo venimos señalando, la buena performance de los despachos de insumos está explicada por dos factores principales. En primer lugar debemos señalar a la cuestión estadística. Recordemos que la comparación interanual la estamos realizando con los primeros meses de 2009, período en el cual los niveles de los despachos descendieron a raíz de la contracción de la demanda final y de las correcciones de existencias (a la baja) del canal comercializador de insumos. Este efecto irá desapareciendo en los próximos meses, porque a lo largo del segundo trimestre del año pasado los despachos comenzaron a recuperar el terreno perdido. En segundo lugar, debemos considerar a la aceleración de la tasa de inflación que enfrenta la economía argentina y a las expectativas que tienen los agentes económicos de que ello continuará en el corto/mediano plazo. Por un lado, incentivan el adelantamiento de las decisiones de consumo como forma de cobertura del poder adquisitivo. Esto tiene en lo inmediato un claro impacto positivo sobre los despachos de insumos. Pero, por el otro lado, complican la toma de decisiones de inversión, porque reducen el horizonte de planeamiento. Esto impacta de manera negativa sobre el nivel de construcción, porque la ‘producción’ de inmuebles requiere de períodos de tiempo muy extensos (18 meses y más). En un escenario de alta y creciente inflación, con dólar ‘estable’ y tasas de interés muy negativas en términos reales, la espera no constituye una buena alternativa frente al consumo presente. En el caso que nos ocupa, alienta el acopio de los materiales ante la inminencia de la puesta en marcha de una nueva obra y también provoca que los proyectos de refacción/ampliación de inmuebles se materialicen antes en el tiempo. Por otra parte, este contexto también afecta las decisiones de los distribuidores y comercializadores de materiales, ya que deciden recomponer existencias como forma de cobertura y con ello potencian el proceso expansivo en marcha. Esto ya lo vimos allá por la primera mitad de 2008. Cuando consideramos el primer trimestre del año, el ISAC acumuló una expansión de 8,5% anual, en tanto que entre puntas del trimestre (marzo ’10 vs. dic. ’09) experimentó un alza de 15,0%. En este caso, el hierro redondo para hormigón y los pisos y revestimientos cerámicos fueron los que más crecieron (17,8% y 16,3% anual, respectivamente), seguidos por los ladrillos, el cemento portland y las pinturas, con tasas de aumento de 8,0%, 7,5% y 6,0% anual, también respectivamente. El asfalto tuvo un comportamiento opuesto (-8,1% interanual). La desagregación del ISAC por tipologías ubicó a las obras viales como las más dinámicas, con una tasa de expansión de 11,6% interanual. No obstante ello, por importancia relativa, la que más tracción ejerció sobre el nivel general del ISAC fue la relacionada con la construcción de viviendas, que experimentó un alza de 8,0% anual. Por su parte, la construcción privada no residencial mostró una suba similar (7,7% anual) y las otras obras de infraestructura llegaron a crecer 8,6% anual. Luego de la crisis que registró en los últimos tiempos, en el primer cuarto del año las obras petroleras pudieron exhibir una recuperación de 15,9% interanual En la misma línea del indicador oficial, y con un mes de anticipación, el IC mostró una suba de 19,4% anual en abril (7,3% mensual desestacionalizada) y llevó la expansión acumulada hasta 16,1% anual en el primer cuatrimestre del año. Perspectivas – Cautela entre los constructores y contracción de los permisos de obraEn la última encuesta que realizó el INDEC, referida a la evolución esperada para el segundo trimestre del año, primó la cautela entre los constructores. Entre los realizadores de obras privadas, 4 de cada 10 apostaron al mantenimiento del nivel de actividad, 3 a la disminución y 3 al aumento. En tanto, entre los constructores de obras públicas, 36,1% respondió que no espera cambios, un tercio que espera una baja y 30,6% que espera una mejora.Entre los realizadores de obras privadas, las principales causas identificadas para explicar la contracción esperada del nivel de actividad fueron: la menor inversión en obras públicas y privadas (28,8% + 17,6% de las respuestas) y la caída de la actividad económica general (14,8%). En tanto, en una segunda tanda, se ubicaron los altos costos de construcción y la inestabilidad de los precios, con participaciones de 10,2% cada una. Entre los realizadores de obras públicas, hubo coincidencias con relación a las tres primeras respuestas, pero en otro orden de importancia. La menor inversión en obras públicas ocupó el primer lugar (32,7%), seguida por la caída de la actividad económica general (22,2%) y, en tercer lugar, por la menor inversión en obras privadas (15,9%). Y la evolución de los costos y la inestabilidad de los precios, también ocuparon los lugares cuarto y quinto, pero con menores proporciones (7,7% y 7,6%, respectivamente).Y las problemáticas de la inflación y de la falta de crédito (en gran medida vinculada a la primera) volvieron a aparecer entre las inquietudes de los constructores, al ser consultados sobre las políticas que piensan serían útiles para incentivar al sector. Porque la destinada a la estabilidad de precios ocupó el primer lugar, con un poco más de un tercio de las respuestas, tanto en el caso de los realizadores de obras públicas como privadas. En tanto, la segunda fue la destinada a los créditos para la construcción, la cual sumó casi 30% de las respuestas en ambos casos. Ahora bien, cuando miramos un poco más lejos, pasamos de la cautela de los constructores al ‘desaliento’ de los desarrolladores/inversores. Decimos esto porque a lo largo del primer trimestre de 2010, la superficie autorizada para construir en los principales 42 municipios del país nunca dejó de caer. En marzo, se aprobó un total de 522.556 metros cuadrados, lo que arrojó una caída de 23,0% interanual. A ello debemos agregar las revisiones a la baja que el INDEC realizó de los guarismos correspondientes a enero y febrero (tengamos en cuenta que este organismo estima la evolución total, porque no todos los municipios entregan la información al mismo tiempo). Las disminuciones de estos dos meses se elevaron a 5,9% y 6,8% anual, respectivamente. De esta manera, en el primer trimestre del año se autorizó una superficie total de 1,544 millones de metros cuadrados, guarismo que se ubicó 12,7% por debajo del alcanzado en el primer trimestre de 2009. Y recordemos que en aquel período ya se acumulaba una disminución de 14,8% anual. Igualmente, y como siempre lo hacemos, debemos poner puntos de referencia. Porque, si bien es cierto que estamos frente a una baja de los permisos de construcción, también lo es que la superficie promedio mensual autorizada en lo que va del año está ubicada en torno al promedio de las últimas dos décadas. Por lo tanto, y más allá del acortamiento del horizonte de planeamiento que provoca la incertidumbre sobre el futuro, es importante destacar que el sector de la construcción aún está en condiciones de mantener un muy elevado nivel de actividad.En este contexto, la microeconomía vuelve a ocupar un rol central. Identificar en forma precisa cuál es la demanda efectiva de inmuebles y diseñar proyectos en consecuencia, son factores determinantes. Cada desarrollador, inversor y constructor debe afinar la puntería, para poder tener más probabilidades de ganar en un mercado más competitivo. En línea con este enfoque, y tomando los datos desagregados por municipio al primer bimestre del año, debemos destacar que aún cuando cayó la superficie permisada total, en 21 de los 42 éjidos relevados por el INDEC se registró crecimiento con respecto a igual período del año previo.