Noticias

Informe Construya N° 84 - Diciembre 2010 - 1ª Quincena

 

Informe Pablo Lara. Conyuntura Sectorial – Buen año para los despachos, mientras los permisos vuelven a caer

Por el Lic. Pablo Lara

 

El último set de estadísticas sectoriales mostró la continuidad de la recuperación de los despachos de los principales insumos al mercado interno, luego de la contracción registrada entre abril y julio. En octubre la serie desestacionalizada superó levemente el nivel de marzo pasado y marcó un nuevo máximo histórico. Por su parte, el empleo formal registró la primera variación interanual positiva durante el tercer trimestre del año y, de esta forma, estaría confirmando que la actividad de la construcción encontró finalmente un nuevo piso. Mientras tanto, el indicador adelantado de actividad sectorial volvió a caer abruptamente en el décimo mes del año y dejó como un dato aislado al récord de agosto pasado.

En octubre el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC), que mide los despachos de los insumos más importantes desde las fábricas al canal comercial, experimentó un alza de 8,6% interanual. Como el ritmo de crecimiento se mantuvo por debajo del acumulado hasta septiembre (9,2% anual), en los primeros diez meses del año la tasa de crecimiento acumulada volvió a disminuir levemente y quedó en 9,1% anual.

El proceso de desaceleración gradual responde al hecho de que los despachos comenzaron a recuperarse en la segunda mitad de 2009. Es decir, los dos primeros trimestres de 2010 pudieron mostrar un mayor dinamismo, producto de la baja base de comparación que estableció el primer semestre de 2009.

En esta ocasión todos los insumos registraron mayores niveles de despachos que un año atrás. Ahora bien, sólo los ladrillos mostraron un dinamismo superior al del promedio general del ISAC, con un alza de 10,2% anual. Del otro lado, las mejores performances fueron las de cemento portland (+7,9% anual) y de hierro redondo para hormigón (7,6% anual). En tanto, los menos dinámicos fueron los de pinturas para construcción, con un alza de 1,7% interanual.

En lo que respecta a la evolución de la serie desestacionalizada, debemos destacar dos puntos.
1. En octubre exhibió una recuperación de 2,5% mensual y marcó un nuevo máximo histórico, superando en 0,18% el registro de marzo pasado. Esto implica que el nivel de los despachos de los principales insumos al mercado interno continúa siendo muy elevado.
2. Pero, cuando tomamos los primeros diez meses del año también podemos afirmar que el nivel de despachos está ‘estancado’ desde hace ocho meses. Veremos cómo cierra 2010 en pocas semanas más.

 
 

En materia de empleo, según las estadísticas del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) el sector de la construcción registró un promedio de 382.082 puestos de trabajo formales durante el tercer trimestre del año. Con esto logró exhibir la primera variación interanual positiva (+0,3% anual), luego de otro trimestres consecutivos de contracción.

Este hecho nos sugiere que la actividad general de la construcción estaría encontrando un pis en el segundo semestre de 2010. El mismo resulta muy elevado en términos históricos, pero es inferior al récord alcanzado entre 2007 y 2008.

La dinámica reciente del empleo formal resultó muy diferente de la del conjunto de los despachos de los principales insumos. ¿A qué se debió esta divergencia?

Con el objetivo de comprender esta divergencia, debemos resaltar que durante el ejercicio 2010 el nivel general del ISAC creció siempre a un ritmo superior al del cemento portland, insumo que siempre consideramos como el ‘termómetro’ que mide con mayor grado de precisión la evolución de la actividad de la construcción en nuestro país. Mientras que el ISAC avanzó 9,1% anual en los primeros diez meses del año, los despachos de cemento portland hicieron lo propio en 7,3% anual, y eso que estos se vieron beneficiados por la ‘sustitución’ de asfalto por hormigón (lo cual surge de contrastar la caída de los despachos de asfalto en el acumulado del año, que fue de 5,7% anual, con el crecimiento de las obras viales, que fue de 8,4% en el mismo lapso). En cambio, fueron los insumos relacionados tanto con el final de obra como con las refacciones/ampliaciones los más dinámicos este año, junto con el hierro redondo para hormigón (que es acopiable).

En un escenario de aceleración inflacionaria como el que atraviesa la economía argentina, se favorece o incentiva el adelantamiento de las decisiones de gasto en bienes durables, con el fin de evitar la pérdida de poder adquisitivo del dinero. Dentro de este conjunto de bienes incluimos a las refacciones y ampliaciones, que comúnmente ni siquiera deben ser declaradas. Asimismo, existen varios factores macro y microeconómicos (internacionales y domésticos) que contribuyen a explicar la disminución de la cantidad de metros cuadrados en ejecución de proyectos de gran envergadura y un avance relativo de los proyectos medianos y/o pequeños. Todo esto nos permite explicar también las diferentes dinámicas de los despachos y del nivel de empleo formal sectorial.

En adición a ello, debemos tener presente otra cuestión relevante. Tal como lo señalamos más arriba, el ISAC mide los despachos que salen de fábrica hacia el canal comercial, pero ello no implica necesariamente que los despachos lleguen en forma inmediata a las obras. En algunos insumos nos consta que a lo largo de 2010 hubo recomposición de existencias en el canal comercial, en respuesta a la disminución que se llevó a cabo en la primera mitad de 2009 y en la búsqueda de cobertura frente al proceso de aceleración inflacionaria en marcha.

En esta línea los despachos de pisos y revestimientos cerámicos y los pinturas para construcción, fueron de los que más crecieron en lo que va de 2010 (16,0% anual y 7,5% anual, respectivamente). Junto a ellos, encontramos los despachos de hierro redondo (10,6% anual), que en parte se expandieron producto de la recomposición de existencias más arriba señalada.

 
 

En tanto, en materia de perspectivas sectoriales, el conjunto de los desarrolladores e inversores no aportó datos alentadores en octubre. En el conjunto de los principales 42 municipios del país se autorizó una superficie total de 716.005 metros cuadrados, la cual resultó 18,3% inferior a la de un año atrás.

La caída de este indicador adelantado de actividad sectorial respondió, por un lado, a la continuidad de la caída gradual que venía registrándose desde el excelente guarismo de agosto (el mejor de 2010 y el más alto desde julio de 2008, que por ahora quedó como un dato aislado) y, por el otro lado, a que en octubre de 2009 se había autorizado un número muy elevado de metros cuadrados (876.662 metros cuadrados; segundo registro desde julio de 2008 en adelante).

Cuando consideramos los primeros diez meses del año, el total de metros cuadrados aprobados en los principales 42 municipios del país fue de 6,376 millones de metros cuadrados, guarismo que se ubicó 6,3% por debajo del registrado en enero-octubre de 2010.

La evolución contractiva de los permisos es atribuible a un conjunto de factores macro y microeconómicos que vienen impactando sobre el conjunto de los desarrolladores e inversores desde hace varios años, y de los cuales hemos dado cuenta en reiteradas oportunidades. Pero dentro de este panorama general, no olvidemos que existen grandes asimetrías entre municipios. Porque en la mitad de los municipios relevados, la actividad actual y las perspectivas son muy positivas.

Ejemplos: ciudad de Córdoba, de Rosario, de Quilmes, de Vicente López. En menor medida, también la de General Pueyrredón, donde la construcción está en condiciones de sostener un elevadísimo nivel de actividad, merced a la gran cantidad de metros autorizados en los últimos ejercicios, que más que compensa la caída acumulada a lo largo de este año. A la inversa, hay otro éjidos en los cuales está disminuyendo en forma sensible el nivel de inversión en construcción, como es el caso de la ciudad de Buenos Aires, que casi explica toda la caída general.

No obstante ello, cuando tomamos distancia y observamos las últimas tres décadas, debemos seguir destacando que las cantidades totales de metros cuadrados que se aprobaron en 2009 y en el transcurso del corriente año continuaron siendo muy elevadas. Y entre los factores que contribuyen a explicar esta realidad, encontramos los siguientes:

1. El efecto riqueza positivo generado por la abrupta mejora de los términos de intercambio a lo largo de la década que finaliza a fin de mes;


2. La búsqueda de refugio frente a la experiencia negativa que se vivió en 2001-2002 (corralito, corralón) con las alternativas tradicionales de ahorro que ofrecía el sistema bancario (depósitos a plazo fijo);


3. La oportunidad inicial que brindó la devaluación del peso en materia de construcción, al ampliar la brecha entre el costo de la misma y el precio de venta esperado del metro cuadrado. Sobre todo entre 2003 y 2007, ya que luego comenzó a perder vigor, de la mano de la aceleración de la tasa de inflación que empujó los costos y de la falta de respuesta de la demanda final, producto de la falta de acceso al crédito, de la incertidumbre sobre el futuro y de la gran brecha que existe entre el poder adquisitivo promedio de las familias y el valor promedio de las viviendas. Pero, afortunadamente, en los últimos años el mercado de alquileres permitió absorber una gran cantidad de estas nuevas unidades disponibles y contribuyó a que los precios de los inmuebles y la inversión sectorial se sostuvieran en niveles elevados;


4. Tasas de interés ofrecidas por el sistema financiero que se volvieron fuertemente negativas en términos reales, desalentando aún más el ahorro en instrumentos financieros convencionales.