Noticias

Informe Construya N° 103 - Octubre 2011 - 1ª Quincena
 

¿COMO IMPACTA LA FUGA DE CAPITALES SOBRE LOS EMPRENDIMIENTOS?

 

Por Lic. Pablo A. Lara, ESTRATECO Consultores

 

Recientemente el INDEC ratificó que en julio de 2011 la superficie autorizada a construir en el conjunto de los 42 municipios que releva,  cayó fuerte (-13,0% anual) y se le adicionó una nueva caída (si bien muy preliminar) de 1,1% en agosto. Según las estimaciones del organismo de estadísticas oficial, en agosto se habrían autorizado casi 880 mil metros cuadrados.


El promedio móvil de los últimos 12 meses totalizó 688.975 metros cuadrados y arrojó la segunda desaceleración interanual consecutiva. Así como en junio había llegado a crecer 8,6% anual, en agosto la mejora se redujo a tan solo 4,6% anual.


En tanto, en el caso particular de la ciudad de Buenos Aires, la evolución de la superficie solicitada para realizar construcciones nuevas y ampliaciones mostró un deterioro más importante en los últimos tres meses, luego de un período de fuerte recuperación.

Si bien en lo que va del año, en la Ciudad de Buenos Aires se solicitaron más metros cuadrados de obras privadas que en todo 2010 (+2,2%), lo cierto es que la tendencia alcista observada entre enero y mayo del corriente ejercicio, comenzó a revertirse a partir de junio.


En el primer trimestre del año se había solicitado un promedio de casi 223 mil metros cuadrados mensuales, guarismo que subió a casi 330 mil metros cuadrados en el bimestre abril-mayo. En cambio, en el trimestre junio-agosto, el promedio mensual descendió a tan solo 164 mil metros cuadrados (con un mínimo de 138 mil m2 en junio).


El hecho que la cantidad de metros cuadrados susceptibles de ser ejecutados en el futuro próximo esté comenzando a crecer más despacio y eventualmente pueda ingresar en un nuevo proceso contractivo (como el que enfrentaron la economía argentina en general y el sector de la construcción en particular entre finales de 2008 y mediados de 2009), es consistente con la mayor intensidad que adquirió el proceso de fuga de capitales a partir de agosto.

 
 


¿Cuáles son las causas que llevan a los agentes económicos a demandar más dólares y a presentar menos proyectos de construcción? Fundamentalmente, son dos, aunque no los únicos.


En primer lugar, el viento de cola internacional está soplando con menor fuerza que hasta hace pocos meses y cada tanto también rota y provoca fuertes remesones: el precio de la soja cayó por debajo de los US$ 500 por tonelada; la economía brasileña, principal socio comercial de Argentina, se enfrió bruscamente. Si bien el gobierno federal se ha mostrado decidido a combatir esta posible enfermedad, el remedio en caso de ser eficaz, se demorará en reflejarse en la salud del paciente. Mientras tanto la industria automotriz argentina enfrenta una demanda externa más débil (80% de las exportaciones de autos se dirigen hacia Brasil) y un tipo de cambio menos competitivo que hasta hace unos meses.


En segundo lugar, aparecen los desbalances macro que fue acumulando la economía argentina en los últimos años porque, en ausencia de un fuerte viento de cola externo, será difícil seguir financiándolos. 


Estos factores incentivan la búsqueda de refugio en activos líquidos hasta que el panorama aclare. Lo primero que se resiente es la toma de decisiones que pueden postergarse, como es el caso de las inversiones,  entre ellas, las de construcción. 


Una idea de la magnitud que adquirió el proceso de fuga de capitales en Argentina y su impacto sobre el sistema económico, en lo que transcurrió de 2011 ya superó los US$ 18.000 millones. Particular, en septiembre se habría mantenido la elevada intensidad de agosto) y al cierre de 2011 podría equivaler a más de 5 puntos del PIB.


Importa destacar que para evitar una confusión muy común, es oportuno aclarar que el deterioro del escenario mundial y local podrá impactar sobre la puesta en marcha de nuevas obras de construcción, afectando la velocidad en la que  se mueve la actividad sectorial, la que podría crecer más despacio o eventualmente disminuir. En cambio, no hará que la actividad de la construcción caiga a cero en el futuro próximo, porque alcanzará un nuevo máximo histórico este año y, dado que la extensión media de las obras supera los 12 meses, generará una importantísima inercia hacia 2012.