Noticias Informe Construya N° 106 - Diciembre 2011 - 1ª Quincena Gerardo Caballero: pasión por Rosario, la llanura y los galpones El arquitecto Gerardo Caballero cautivó a la concurrida audiencia de profesionales por su aplomo, sencillez, convicción y una constante demostración de cariño por la llanura pampeana, el campo, la ruta, la inmensidad de la Pampa.Expresó “me gusta esa falta de perspectiva con pequeñas cosas que van marcando una profundidad en la llanura. Miro mucho las construcciones rurales, los galpones, también los edificios por la parte de atrás, donde no se ha diseñado una fachada ni hay una visión ideal del objeto”. A manera de carta de presentación comentó también “miro muchos dibujos de arquitectos, presto atención especialmente a las plantas para ver como el arquitecto ha recorrido y habitado el proyecto aún antes de su construcción. Lo que más me gusta de proyectar es cómo se entra, se sale, cuál es la movilidad que tiene, cómo se distribuyen los objetos para crear distancias, entre otros aspectos”. Siempre hay que tener en cuenta el contexto, lo que está enfrente, al lado, sino es una abstracción pero para eso, “hay que tener tiempo para pensar en lo que se va a proyectar”.La buena arquitectura de Rosario Caballero señaló “en Rosario hay muy buena arquitectura, buenos profesionales, también buenos músicos. Hay una cierta mística e interés por la arquitectura, que existió siempre, a algunos les interesa una arquitectura comercial, pero hay un grupo grande al que le interesa hacer ciudad a través de la arquitectura. “Rosario siempre ha tenido una arquitectura más cuidada, reflexiva, menos evidente”. La ciudad siempre ha tenido una cuadrícula, la manzana, que es una cosa muy primaria y sofisticada y a la vez es una repetición eterna de un cuadrado que absorbe todo. En una manzana se puede encontrar una casa con patio, un supermercado, una estación de servicio, un edificio alto, una escuela, un gimnasio. Todo convive gracias a esta estructura urbana que la contiene; permite que la ciudad pueda absorber hasta malos edificios.La realidad aseguró “es que cuando la estructura urbana no está, el edificio adquiere un valor importantísimo. Un claro ejemplo es lo que ocurre en Puerto Norte que al tener una forma diferente, las construcciones aparecen por sobre el lugar, tienen una presencia individual, todo está muy expuesto, muy desnudo. Y eso diferencia a esta zona del resto de Rosario, una ciudad que convive con muchos contrastes”. La teoría y la práctica Gerardo Caballero explicó cómo le cambió su visión al tomar contacto con dos imágenes diferentes sobre la teoría y la práctica, en la revista Assemblage. La imagen de la teoría está representada por una mujer joven, asociada a los primeros años donde hay más sueños y menos realidad. Esta chica joven está absorta mirando algo que está en el más allá, con la cabeza inclinada. Tiene sus ojos y su mente, quizás también su corazón en algo trascendental, algo casi ideal que se encuentra quién sabe dónde, como decimos en Argentina, está en la luna de Valencia, embobada por este sueño inalcanzable que se presenta lejano. Esta situación hace que esté cometiendo un error infantil, ya que al estar en otra cosa no ve por dónde camina, no tiene los pies sobre la tierra, y debido a eso se está tropezando y cayendo de una escalera. No sé si la sonrisa que tiene en su cara es de la alegría de lo que piensa o un gesto ante lo inesperado del accidente. “Es evidente que hacer la arquitectura sólo desde éste lugar resulta vulnerable, no sólo hay que atender las demandas del mundo de las ideas, de lo abstracto, de los conceptos de la reflexión, sino también los otros más terrenales, punto y aparte”, manifestó Caballero. Por otro lado, la imagen de la práctica está representada por un señor mayor, es decir que la práctica está asociada con la experiencia y con la edad. Es un señor que tiene signos de cansancio, producto tal vez de lo agobiante del ejercicio de la práctica, camina lentamente mirando el piso. Él tiene no sólo los pies, sino también su cabeza sobre la tierra. Sabe perfectamente por dónde está pisando y no va a cometer el errorde tropezarse, ya que su atenta mirada de la realidad lo hace ser muy prudente con las piedras que hay en su camino. Además lleva en su mano para ayudarse, algunos elementos de precisión, como una plomada para tener todo controlado y un compás para tener todo perfectamente delineado. Ésta situación hace que al estar tan consciente de la realidad no deja pensar o soñar con algo que esté más allá, con algo que trascienda la realidad. Está en el mundo de la acción, de la práctica, quizás el agotamiento que evidencia su cara se deba a demasiada realidad. “Resulta obvio que hacer arquitectura sólo desde éste lugar tampoco es muy estimulante, no sólo hay que atender las demandas del mundo de lo concreto, de los hechos, de la realidad, sino otros más conceptuales, del mundo de la ideas, de la abstracción, de la reflexión, de lo filosófico”, aseguró el profesional.Concursos“Hay profesionales que dicen que nunca tienen tiempo para hacer concursos, porque si uno no tiene trabajo, tiene que salir a buscarlo y si uno tiene trabajo no se va a poner a hacer un concurso. Los concursos a veces se convocan por urgencias políticas, pero muy pocos se construyen, por eso entre los colegas están un poco desprestigiados, no es una salida laboral”. “Tengo un criterio para distinguir la mejor opción, y también mucho ejercicio de ver los trabajos de los alumnos. Aprendí en Estados Unidos ese ejercicio de mirar y observar los proyectos con mucha atención. Con los clientes tengo en general una buena relación, los convenzo, tengo una especie de seducción que les genera confianza. Soy maleable y tengo la capacidad de hacer modificaciones, que generalmente mejoran el proyecto. Si bien uno es finalmente el que toma la decisión, es necesario saber escuchar”….No reniego de la cuestión sublime de la arquitectura, pero creo que a veces hay que pensarla como un hecho más cotidiano, trato de verla y hacerla como algo natural. Veo a la arquitectura desde muchos lugares, no me gusta mucho hablar de arquitectura porque a veces empalaga, me gusta hablar de otras cosas. Para algunos puedo tener una visión artística… Me gusta la arquitectura discreta, que pase casi desapercibida, inadvertida. Koolhaas y su visión sobre las ciudades Caballero citó al gran arquitecto holandés Rem Koolhaas que escribe “soy un entusiasta cuando se trata de cuestionar el concepto de la ciudad. La ciudad no es algo que se planea, es algo que se vive y se transforma constantemente”. A lo que añade el arquitecto rosarino “nada puede detener la transformación natural de las ciudades, lo que hoy es nuevo, en unos años será viejo y así sucesivamente… Caballero dictó en el Forum Construya Rosario una clase magistral de arquitectura de excelencia recorriendo todos los temas. Gerardo Caballero, recibido en la Universidad de Rosario (UNR) es Arquitecto Master in Architecture (Washington University de St. Louis, EE.UU.) con màs de 15 años de experiencia en Rosario, Profesor invitado en la Escuela de Graduados de Diseño de Harvard University, y de los Programas Internacionales para Graduados de la Washington University en Barcelona y Buenos Aires. En 2011 recibió Premios ARQ CLARIN / Santa Fe y Premio Arquitectura Argentina y Premio CICA de Arquitectura a la vivienda argentina en la BIENAL BA XIII.