Noticias Informe Construya Nro. 119 - Enero 2013 Informe Económico Nivel de actividad 2012 y perspectivas 2013 Por Lic. Pablo A. Lara, ESTRATECO ConsultoresTras la pausa de octubre, en noviembre el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) desestacionalizado registró la cuarta caída más importante del año con respecto al mes anterior (-0,9%). Esto había sido anticipado por el Índice Construya, con una baja de 2,9% mensual sin estacionalidad. En enero-noviembre de 2012 las obras públicas fueron las más afectadas, producto de la estrechez fiscal. Entre los principales insumos que conforman el ISAC, las caídas fueron casi generalizadas. La excepción estuvo en los ladrillos huecos. Y en lo que respecta a las perspectivas para la obra privada, en noviembre la superficie autorizada a construir volvió a caer a un ritmo interanual de dos dígitos (-12,6%), llevando la baja acumulada en el año a 9,3% y a 13,1% anual en el período julio-noviembre. No obstante ello, en 19 municipios la superficie autorizada creció con relación a los primeros diez meses de 2011. Y en materia de expectativas empresarias para 2013, la encuesta del INDEC arrojó un mayor optimismo entre los realizadores de obras públicas que entre los realizadores de obras privadas.Tras la pausa de octubre, en noviembre el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) corregido por estacionalidad registró la cuarta caída más importante del año con respecto al mes anterior (-0,9%). Y con relación a noviembre de 2011 mostró una disminución de 4,7% (la quinta más elevada del año en este caso). En realidad, la profundización del retroceso sectorial había sido anticipada por el Índice Construya (IC), que a comienzos del mes pasado había arrojado caídas de 2,9% mensual (desestacionalizada) y de 3,4% interanual (serie original). Tal como surge de la desagregación del ISAC por tipologías de obra, la contracción que viene mostrando el nivel de actividad de la construcción está explicada por dos factores principales. En primer lugar, a lo largo de 2012 fue disminuyendo la puesta en marcha de nuevas obras privadas, producto principalmente del aumento de la incertidumbre sobre el futuro, entre otras causas, a raíz del cambio en las reglas de juego sectoriales (mercado inmobiliario) que significó la profundización de los controles cambiarios, y de la aceleración de la tasa de inflación actual (aún a pesar del estancamiento del PIB total) y esperada, lo que impacta negativamente sobre la rentabilidad esperada de los proyectos constructivos. En segundo lugar, disminuyeron las inversiones públicas en construcción, producto de la creciente estrechez fiscal de los diferentes niveles de gobierno, aún a pesar de que en 2012 la presión tributaria efectiva del sector público consolidado (Nación + provincias + municipios; en % del PIB total) alcanzó un nuevo máximo postcrisis 2001-2002 (36,5%, según las estimaciones del IARAF), y de que a nivel nacional se cubrió una porción del déficit presupuestario con emisión monetaria. Junto a las partidas destinadas a subsidiar las tarifas por consumos de electricidad y gas de red y el transporte metropolitano de pasajeros, la inversión pública, tanto en construcción como en equipamiento, se transformó en una de las variables de ajuste, para poder hacer frente a las crecientes erogaciones por jubilaciones y pensiones, intereses de la deuda pública nacional y remuneraciones.En el undécimo mes del año que acaba de finalizar, las obras viales y las otras obras de infraestructura retrocedieron en forma significativa: -9,4% y -8,7% anual, respectivamente. A ellas se sumaron las obras privadas no residenciales, con una baja de 6,3% anual, y las obras residenciales, las de mayor importancia relativa, con otro descenso de 3,6% anual. Sólo las construcciones petroleras mostraron un mejor comportamiento con relación a noviembre de 2011 (+8,4%). La foto correspondiente a los primeros once meses de 2012 fue similar a la descripta en el párrafo anterior, aunque, lógicamente, con guarismos menores, debido a que el proceso contractivo fue profundizándose gradualmente a medida que avanzó el año. Las otras obras de infraestructura y las viales fueron las más afectadas, con caídas de 6,8% y 6,1% anual, respectivamente. Por su parte, las obras privadas no residenciales acumularon una contracción de 4,0% anual y las obras residenciales otra de 1,7% anual. Del otro lado del eje se volvieron a ubicar las obras petroleras, con un crecimiento de 6,9% anual con relación a enero-noviembre de 2011.En noviembre los despachos al mercado interno de pisos y revestimientos cerámicos, de hierro redondo para hormigón y de cemento portland, fueron los que exhibieron las peores performances. Los primeros registraron una baja de 29,4% anual, en tanto que los de hierro disminuyeron 10,8% y los de cemento cayeron 8,6% (hasta ubicarse en 959,1 mil toneladas). Por su parte, los despachos de pinturas para construcción descendieron 5,1% anual. Del otro lado del eje se ubicaron los de asfalto, con un avance de 1,3% anual, y los de ladrillos, con una suba de 6,0% anual. En enero-noviembre de 2012, y más allá del leve avance registrado en noviembre, los despachos de asfalto fueron los más afectados por la realidad fiscal planteada más arriba. En términos interanuales descendieron 20,3%, seguidos de cerca por los de pisos y revestimientos cerámicos (-17,3%). En tanto, los despachos de cemento portland totalizaron 9,66 millones de toneladas en los once meses considerados y acumularon una caída de 7,1% anual. Luego se ubicaron las pinturas y el hierro redondo con caídas de 4,2% anual en cada caso. La foto se completó con el crecimiento de 5,7% anual de los despachos de ladrillos huecos. En lo referente a las perspectivas, y en línea con lo planteado más arriba, referido al aumento de la incertidumbre sobre el futuro y a la caída de la rentabilidad esperada de los proyectos constructivos, el indicador adelantado de la construcción privada mostró nuevamente un mayor deterioro en noviembre y, con ello, profundizó la caída acumulada en el año. De acuerdo con las cifras del INDEC, en el conjunto de los 42 municipios relevados habitualmente la superficie autorizada totalizó 6,80 millones de metros cuadrados en enero-noviembre de 2012. Esta resultó 9,3% inferior a la de enero-noviembre de 2011 y se constituyó en el peor registro de los últimos ocho años (2005-2012). Pero, para comprender mejor la dinámica contractiva de esta serie, téngase en cuenta que en noviembre de 2012 se autorizaron 605 mil metros cuadrados, es decir 12,6% menos que un año atrás, y en el período julio-noviembre de 2012 el total de metros cuadrados autorizados resultó 13,1% inferior al del mismo lapso del año anterior. No obstante ello, y como se destacó en varios Informes anteriores, a pesar de que el indicador adelantado apunta a una reducción de la inversión privada en construcción a nivel nacional, en el plano microeconómico regional existe una amplia variedad de situaciones posibles para el año que acaba de comenzar. En definitiva, la mayor incertidumbre sobre el futuro y la caída de la rentabilidad esperada, redujeron el conjunto total de proyectos viables, pero no lo dejaron vacío. Con información disponible para los primeros diez meses de 2012, dentro del conjunto de los 42 municipios relevados habitualmente por el INDEC, 19 registraron una mayor superficie autorizada con relación a los primeros diez meses de 2011. En total sumaron 3,11 millones de metros cuadrados, superficie que resultó 30,7% superior a la registrada en igual período de 2011. En términos absolutos, en este conjunto de localidades se aprobaron 731 mil metros cuadrados más que un año atrás. Por último, la encuesta cualitativa sectorial referida a 2013 que realizó el organismo oficial de estadísticas en el último mes, arrojó un mayor optimismo entre los realizadores de obras públicas que entre los realizadores de obras privadas. Evidentemente, entre los primeros aún se mantiene la esperanza de que las elecciones legislativas de mitad de período lleven al gobierno nacional a reavivar los proyectos de inversión pública en las diferentes regiones del país, luego del frenazo registrado en el ritmo de ejecución de las partidas presupuestarias para tales fines durante el último ejercicio.Entre los ejecutores de obras públicas, 44,5% consideró que el nivel de actividad no cambiará en 2013, en tanto que un tercio se inclinó por un crecimiento y sólo 22,2% afirmó que la actividad retrocederá nuevamente.En cambio, entre los constructores de obras privadas, 57,7% se inclinó por el sostenimiento de la actividad con relación a 2012 y apenas 11,5% consideró que la misma crecerá este año. El restante 30,8% de los encuestados afirmó esperar una caída de la actividad en 2013.Ahora, al responder sobre la actividad propia del encuestado, entre los constructores privados se observó la mayor dispersión de respuestas. Del total, 8% afirmó que en 2013 la misma será mucho mejor, 12% consideró que será mejor, 52,0% igual, 24,0% peor y 4% mucho peor. En cambio, entre los constructores de obras públicas, ninguno consideró que en 2013 su nivel de actividad será mucho mejor que en 2012, pero cabe destacar que 24% consideró que será mejor (duplicando la proporción de los constructores privados que eligieron la categoría ‘mejor’; +20% si se agregan las categorías ‘mucho mejor’ y ‘mejor). La categoría ‘igual’ captó 52% de las respuestas, 20% se inclinó por la categoría ‘peor’ y sólo 4% por la más pesimista.No obstante ello, en lo que respecta a la variación esperada del personal ocupado en 2013, los empresarios dedicados a la obra privada fueron más moderados que los constructores de obras públicas. En el primer caso, 61,5% consideró que no variará (61,5%), 23,1% que se incrementará y sólo 15,4% que se reducirá. En cambio, entre quienes se dedican a la obra pública, 48,2% se inclinó por el sostenimiento y 29,6% por la reducción de los ocupados, en tanto que sólo 22,2% optó por un incremento.