Noticias Informe Construya N° 253 - Junio 2021 DESPACHOS ‘ESTANCADOS’; MAYORES PERMISOS DE OBRA Lic. Pablo A. LaraDirector de ESTRATECO Consultores En abril el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) registró una caída de 2,2% mensual desestacionalizada, producto de menores envíos al mercado de ocho de los treces conjuntos de materiales que componen el indicador. Fue la tercera baja consecutiva, lo que provocó que el ISAC quedara 7,3% por debajo del nivel alcanzado en enero de este año. Entre marzo y abril de 2021 subieron los envíos al mercado interno de: asfalto (9,5%), agregado ‘vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería’ (9,4%), cemento Portland (5,8%), yeso (4,0%) y artículos sanitarios de cerámica (3,7%). Del otro lado de la línea se ubicaron las entregas de: cales (-0,1%), hormigón elaborado (-0,6%), placas de yeso (-3,1%), pinturas (-3,4%), mosaicos graníticos y calcáreos (-3,5%), pisos y revestimientos cerámicos (-5,9%), ladrillos huecos (-7,0%) y hierro redondo y acero para construcción (-11,0%). Asimismo, el Índice Construya (IC), que mide sólo los despachos de insumos para obras residenciales, exhibió una baja de 0,4% mensual desestacionalizada en mayo, con lo cual acumuló once meses de estancamiento. En tanto, los despachos totales de cemento Portland también tuvieron un ‘pobre’ desempeño durante el quinto mes del año. En total se despacharon 874,2 mil toneladas, lo que ubicó a mayo de 2021 en el puesto Nº 9 entre los últimos 41 mayos. Cabe señalar que en los meses previos, la posición mensual en el ránking histórico había oscilado entre el 3º (marzo y abril) y el 5º lugar (febrero). LA PELÍCULA Los indicadores de actividad de la construcción muestran claramente que luego de la primera y más estricta fase de la ‘cuarentena’ (segunda quincena de marzo y abril completo de 2020), la demanda de insumos se recuperó muy rápidamente. Los insumos vinculados a obras de refacción/ampliación dominaron el proceso de recuperación. Luego se fueron sumando los insumos vinculados a obras de construcción medianas y grandes, a medida que fueron rehabilitadas (como fue el caso del cemento a granel), y en última instancia reapareció en alguna medida la demanda de insumos vinculados a obras públicas, como mantenimiento/mejora de la red vial (asfalto), si bien continúa ubicada muy por debajo de los niveles observados en años previos a 2020. En mayo-junio de 2020 los despachos de insumos medidos a través del ISAC ya habían recuperado el nivel previo a la ‘cuarentena’, al tiempo que entre julio de 2020 y comienzos de 2021 continuaron expandiéndose a menor ritmo. Esto permitió que la entrega al mercado interno del conjunto de los dieciséis insumos incluidos en el indicador oficial retornara a un nivel similar al observado durante el primer semestre de 2019 (es decir, pre PASO). Sin embargo, en los últimos tres meses (febrero-abril 2021) el volumen total despachado corregido por estacionalidad retrocedió en forma continua. Los despachos registrados en abril de 2021 resultaron similares a los de noviembre de 2020. En el caso del Índice Construya el desarrollo de la película 2020-2021 fue similar. Sobre todo en la velocidad de recuperación post ‘cuarentena’ inicial. Pero, a diferencia del ISAC, el IC alcanzó rápidamente (julio 2020) un nivel ya no similar al de la primera parte del 2019, sino comparable con el nivel observado en el primer cuatrimestre de 2018. Es decir, se ubicó en un escalón superior al del ISAC. Pero, ya hace once meses que el IC está ‘estancado’ en ese nivel (julio de 2020-mayo de 2021). Pandemia/‘cuarentena’ planteó nuevas necesidades, las que se tradujeron en un gran aumento inicial de la demanda de insumos para refacciones y ampliaciones. Por las características del fenómeno, hubo una concentración de la demanda en los primeros meses post marzo/abril de 2020. Pero, por los mismos motivos, esta demanda fue perdiendo impulso con el correr de los meses, algo que cabe esperar que continúe en el futuro próximo. Lo mismo ocurrió con las existencias de insumos a lo largo de la cadena de valor. La demanda del canal comercial se reactivó rápidamente tras la contracción registrada en marzo-abril de 2020. Y esto se vio potenciado por la búsqueda de refugio en bienes de cambio, en un contexto de acelerada pérdida de valor del peso argentino. Ahora bien, el fenómeno pandemia/‘cuarentena’ también impactó negativamente sobre la capacidad de producción de la industria manufacturera, lo cual limitó la capacidad de respuesta para abastecer el mercado con la variedad/calidad de productos normal. Los protocolos implementados para limitar la propagación del virus afectan la operatoria de una gran parte de los sectores productores de bienes y servicios. Y, a su vez, la puesta en marcha de nuevas obras de construcción privadas todavía no alcanza a compensar los enfriamientos de las demandas de insumos para refacciones/ampliaciones y de existencias a lo largo de la cadena de valor. PERSPECTIVAS Hacia adelante la cadena de valor depende fundamentalmente del volumen de obras privadas que se ponga en marcha, ya que es la principal tipología de obra en nuestro país. Y las decisiones de inversión en construcción de los privados dependen de varios factores, entre los que se encuentran no sólo el impacto de nuevas olas de contagios que se traduzcan en medidas restrictivas para la actividad, sino también la evolución del contexto político y macroeconómico, que hoy se traduce en un horizonte de planeamiento muy corto. Es cierto que el cepo cambiario constituye una oportunidad para la actividad de la construcción, en detrimento de la actividad inmobiliaria. Pero, al respecto, hay que tener presente que en el mercado inmobiliario los valores en dólares de las unidades terminadas vienen cayendo de manera sistemática (entre otras razones, producto de la crisis económica que viene atravesando la Argentina en los últimos años y que la pandemia/‘cuarentena’ sólo vino a profundizar; debido a la reforma de la ley de alquileres que en la búsqueda por beneficiar al inquilino, alentó la desinversión en propiedades para alquilar, algunas de las cuales se volcaron a la venta y potenciaron el exceso de oferta de unidades; etc.), lo cual le pone un límite cada vez menor al costo en dólares de construir unidades nuevas, (costo que se recuperó de forma significativa en los últimos meses, producto de la intervención de todos los segmentos del mercado cambiario implementada por el Banco Central y de la aceleración de la tasa de inflación registrada al mismo tiempo). Este es un fenómeno ‘nuevo’, ya que no se había observado durante el cepo cambiario implementado entre finales de 2011 y de 2015. Por su parte, el blanqueo en marcha parece que va a tener un impacto menor sobre el nivel de construcción, al menos en el corto plazo. Mientras tanto, las estadísticas oficiales señalaron que en marzo de 2021 la superficie autorizada para construir obras privadas (nuevas y ampliaciones) en los 60 municipios relevados fue de 770,4 mil metros cuadrados. En relación a marzo de 2020 resultó 63,2% superior, pero esta cifra pierde relevancia dado que la mitad de marzo de 2020 estuvo alcanzada por la ‘cuarentena’ más estricta. Y en el primer trimestre del año se autorizaron 2,25 millones de metros cuadrados en los 60 municipios considerados, lo que implicó un rebote de 33,2% interanual (+560,4 mil metros cuadrados). Cabe destacar que este fue el mejor primer trimestre de los últimos seis años.